Hechos sobre: Escargot
Escargots, o caracoles terrestres comestibles cocidos, son un aperitivo muy apreciado en Francia y disfrutado en muchos otros países, como Alemania, Reino Unido, Italia, Portugal, España, Chipre, Grecia, y algunas naciones del norte de África como Túnez, Argelia y Marruecos. La palabra "escargot" deriva del griego antiguo y ha estado en uso desde el siglo XVI para describir a los caracoles comestibles. En inglés británico, el plato se denomina simplemente "snails".
No todos los caracoles terrestres son aptos para el consumo, y sus sabores pueden variar significativamente. En Francia, las especies populares de caracoles comestibles incluyen Helix pomatia, Cornu aspersa y Helix lucorum. El consumo de caracoles se remonta a tiempos antiguos, con hallazgos arqueológicos que evidencian su uso culinario. Los romanos consideraban los escargots una delicadeza, y también se consumían en Marruecos durante la era romana.
En cuanto a la preparación, la cocina francesa generalmente implica purgar los caracoles, cocinarlos y luego servirlos con mantequilla de ajo o vino. Ingredientes como ajo, tomillo y perejil a menudo se añaden para realzar el sabor. Diferentes culturas tienen sus propios enfoques para las recetas de caracoles. Por ejemplo, en Creta y Malta, los caracoles se preparan con varios ingredientes y métodos de cocción. En Marruecos, los caracoles se cocinan en un recipiente con especias y hierbas y se sirven calientes en su caldo.
Nutricionalmente, los escargots son ricos en proteínas y bajos en grasa. Típicamente consisten en aproximadamente 15% de proteínas, 2.4% de grasa y alrededor del 80% de agua. La helicicultura, la práctica de criar caracoles para consumo, incluye purgar a los caracoles de contenidos no deseados antes de alimentarlos con una dieta nutritiva. Hay granjas de escargots en Europa y Estados Unidos, donde los caracoles criados en granjas se consideran una delicadeza y generalmente se alimentan con cereales molidos.