Hechos sobre: Compota
La compota, a veces escrita como "compôte", es un exquisito postre que se remonta a la Europa medieval. Se prepara cocinando frutas enteras o troceadas en un almíbar de azúcar, a menudo realzado con especias. Entre los saborizantes comunes se encuentran la vainilla, la cáscara de cítricos, la canela, los clavos, las almendras, el coco y las pasas. La compota puede disfrutarse tanto caliente como fría.
En la época medieval, se creía que la compota ayudaba a contrarrestar los efectos de la humedad en el cuerpo. El término "compota" proviene del latín "compositus", que significa mezcla. En la Inglaterra medieval, la compota era un elemento esencial en los banquetes y a menudo se servía acompañada de crema. Para el Renacimiento, se popularizó como un postre frío servido al final de las comidas. Su preparación sencilla, bajo costo y la ausencia de lácteos la convirtieron en una favorita en los hogares judíos de toda Europa. Hoy en día, en el francés moderno, "compote" generalmente se refiere a un puré de frutas sin azúcar y sin trozos.
Existen muchas maneras de disfrutar de la compota. Puedes cubrirla con crema batida, una pizca de canela o un toque de azúcar avainillado. Algunas recetas antiguas incluso sugieren preparar el almíbar con vino. Otra variación implica usar frutas secas remojadas en agua con infusión de alcohol para darle un toque extra.