Hechos sobre: Teiglach
Teiglach, a veces escrito como taiglach o teglach, son pequeños y deliciosos pasteles anudados que se hierven en un jarabe de miel. Estos dulces forman parte integral de las tradiciones culinarias de los judíos asquenazíes y se disfrutan especialmente durante festividades como Rosh Hashaná, Sucot, Simjat Torá y Purim.
Los orígenes de los teiglach se remontan a la época romana. En aquel entonces, se preparaban tiras de masa frita cubiertas de miel, conocidas como vermiculos. Los judíos italianos adoptaron este delicioso manjar, que sin embargo desapareció de su repertorio culinario durante la Edad Media.
Avanzando hasta el siglo XII, encontramos a rabinos franco-alemanes mencionando un plato similar llamado vermesel o verimlish. Estas preparaciones consistían en tiras de masa frita o al horno cubiertas de miel, que tradicionalmente se servían al comienzo de la comida del Sabbath. Con el tiempo, el nombre de este plato evolucionó a gremsel y luego a chremsel en Europa del Este.
Los teiglach se hicieron especialmente populares durante Rosh Hashaná, el Año Nuevo judío, ya que simbolizan la esperanza de un año dulce por delante, gracias a su composición bañada en miel.