Hechos sobre: Calzone
El calzone es una exquisitez italiana originaria de Nápoles, que data del siglo XVIII. Imagina una pizza doblada sobre sí misma, creando un delicioso pastel horneado a la perfección. La masa suele ser masa de pan salada y los rellenos incluyen una mezcla irresistible de salami, jamón, verduras, mozzarella, ricotta, queso parmesano o pecorino, y a veces incluso un huevo. Dependiendo de la región, puedes encontrar calzones rellenos con una variedad de ingredientes propios de la pizza.
A diferencia de los pasteles fritos como los calzoni y los panzerotti, los calzones generalmente son horneados. No obstante, es fácil confundirlos con estos bocadillos fritos. Un pariente cercano del calzone es el stromboli. Mientras que los calzones tienen forma de media luna y están llenos de ingredientes similares a los de una pizza, los strombolis son más cilíndricos y generalmente se rellenan con queso y carne, pero no siempre con ingredientes tradicionales de pizza. Además, los calzones suelen venir acompañados de salsa de tomate, lo cual no siempre es el caso con los strombolis.
En Italia, puedes comprar un calzone en mostradores de almuerzo o vendedores ambulantes, a menudo en un tamaño conveniente para un sándwich. A veces, estos son fritos y rellenos de tomate y mozzarella, ganándose el nombre de panzerotti. En Sicilia, hay un manjar similar llamado cuddiruni, que también se fríe y se rellena con diversos ingredientes.
En los Estados Unidos, los calzones se elaboran con masa de pizza y se rellenan con una variedad de carnes, quesos y verduras. La masa en sí es una sencilla mezcla de harina, levadura, aceite de oliva, agua y sal. Una vez que la masa se amasa en discos, se rellena con los ingredientes de tu elección, se sella y luego se hornea o fríe. Para finalizar, los calzones pueden cubrirse con salsa marinara o una sabrosa mezcla de ajo y aceite de oliva.
Curiosamente, en la década de 1960 en Italia, los calzones se consideraban el mejor tipo de pizza para entrega a domicilio. Su forma compacta y sellada los hacía perfectos para el transporte, asegurando que todos los deliciosos rellenos se mantuvieran en su lugar.