Hechos sobre: Gelato
El gelato, un apreciado postre helado de Italia, se elabora con aproximadamente un 3,25% de grasa procedente de la leche y azúcar, lo que lo convierte en una opción más saludable en comparación con otros postres helados debido a su menor contenido graso. Lo que distingue al gelato es su textura densa y rica, lograda mediante la incorporación de un 70% menos de aire y sabores más intensos.
La versión moderna del gelato que disfrutamos hoy en día fue popularizada a finales del siglo XVII por Francesco Procopio dei Coltelli en su café en París. Su enfoque innovador le valió al gelato una aclamación generalizada en toda Europa. Italia sigue siendo el corazón del mercado artesanal de gelato, con más de 5,000 heladerías que emplean a más de 15,000 personas.
En cuanto a los sabores, los favoritos tradicionales incluyen vainilla, chocolate, avellana, pistacho, crema y stracciatella. Mientras tanto, las heladerías modernas ofrecen una variedad de sabores frutales como frambuesa, fresa, manzana, limón y piña.
El proceso de elaboración del gelato involucra varios pasos: pasteurizar la mezcla a 85 °C, enfriarla a 5 °C, mezclarla para lograr la textura deseada y finalmente congelarla. La textura única del gelato proviene de su contenido de azúcar, que evita que se congele completamente, resultando en cristales de hielo más suaves. El gelato comercial a menudo contiene edulcorantes como sacarosa, dextrosa o azúcar invertido, junto con estabilizadores como la goma guar para mejorar su consistencia cremosa.