Hechos sobre: Castella
Castella, conocida como Kasutera en Japón, es un delicioso tipo de wagashi (dulce tradicional japonés) con raíces que se remontan a Portugal. Este pastel húmedo y esponjoso llegó a Japón en el siglo XVI gracias a los comerciantes portugueses. El nombre "Castella" proviene del término portugués "pão de Castela" que se traduce como "pan de Castilla." Este pastel es especialmente popular en Nagasaki y obtiene su textura única del mizuame, un tipo de jarabe dulce.
En Japón, la Castella se vende típicamente en cajas largas y se asemeja a otros pasteles portugueses como el pão-de-ló y el pastel de Madeira. Pero la influencia de la Castella no se detiene allí; pasteles esponjosos similares se pueden encontrar en todo el mundo. Por ejemplo, en Francia tienen el pain d'Espagne, los italianos disfrutan del pan di Spagna, y los rumanos saborean el pandișpan. En Filipinas hay un postre relacionado llamado taisan, también inspirado en las tradiciones de repostería portuguesa.
Con el tiempo, la Castella en Japón ha visto muchas deliciosas variaciones. Puedes encontrar sabores como té verde, miel y azúcar moreno, así como adorables versiones en tamaño mini llamadas baby castella. Una variación única es la Siberia, un pastel de Castella relleno de jalea de frijol dulce, que ganó fama durante la era Meiji e incluso apareció en la película animada "El viento se levanta."
El viaje del pastel no terminó en Japón. Durante la era del dominio japonés, la Castella llegó a Taiwán, donde sufrió algunas sabrosas transformaciones para adaptarse a los paladares locales. Las adaptaciones taiwanesas incluyen la Castella de miel, conocida por su intenso aroma a miel, y la Castella horneada en roca, que presenta una deliciosa cobertura de queso. Estas versiones a menudo utilizan ingredientes locales como la miel de longan y el queso japonés para crear sabores que resuenan con los gustos taiwaneses.
En Taiwán, individuos como Ye Yongqing y empresas como Nanbanto y Hometown of One han jugado un papel significativo en hacer de la Castella un postre querido. Gracias a sus esfuerzos, la Castella sigue siendo un postre popular y apreciado en toda la región.