Hechos sobre: Nattō
El nattō es un plato tradicional japonés elaborado a base de soja fermentada con Bacillus subtilis var. natto. Frecuentemente consumido en el desayuno, suele servirse con mostaza karashi, salsa de soja y cebolla japonesa finamente picada. Aunque su fuerte olor, sabor peculiar y textura viscosa pueden requerir un gusto adquirido, un notable 70.2% de los japoneses lo disfrutan, y muchos otros lo consumen por sus beneficios para la salud.
Los orígenes exactos del nattō son algo inciertos, con varias teorías sugiriendo que podría haberse desarrollado en diferentes regiones debido a su proceso de producción sencillo. Algunas leyendas vinculan su descubrimiento a figuras históricas como Minamoto no Yoshiie y el Príncipe Shotoku. Se cree que los frijoles de soja negros fermentados chinos, conocidos como 豉 (chǐ), podrían ser precursores del nattō, aunque difieren en ingredientes y técnicas de producción.
El nattō comenzó a comercializarse durante el período Edo, lo que llevó a avances en su método de producción. Hoy en día, se puede encontrar nattō en diversas preparaciones, incluyendo sushi de nattō, sopa de miso y okonomiyaki. El proceso de producción implica remojar y cocinar al vapor los frijoles de soja, fermentarlos con Bacillus subtilis y luego dejarlos envejecer.
Nutricionalmente, el nattō es altamente nutritivo, repleto de proteínas, fibra, vitaminas y minerales como calcio y potasio. Es especialmente rico en vitamina K2 y ofrece numerosos beneficios para la salud, incluyendo propiedades prebióticas. Alimentos similares de soja fermentada también se encuentran en otros países como China, Corea, Tailandia y Nepal.