Hechos sobre: Sopa de miso
La sopa de miso es un plato tradicional japonés muy valorado que combina pasta de miso disuelta con un sabroso caldo dashi. Es una de las dos sopas fundamentales en la cocina japonesa, junto con la sopa clara (suimono). El sabor y carácter de la sopa de miso dependen en gran medida del tipo de pasta de miso empleada, que puede ser roja (akamiso), blanca (shiromiso) o una mezcla de ambas (awase), con variedades regionales como el miso Shinshū o el miso Sendai que aportan sus matices únicos.
El caldo dashi, el elemento central de la sopa de miso, se elabora típicamente con ingredientes como sardinas secas, kombu (alga kelp seca), katsuobushi (hojuelas de bonito seco y ahumado) o hoshi-shiitake (hongos shiitake secos). Los ingredientes tradicionales que añaden profundidad y variedad a la sopa de miso incluyen cebolletas (negi), tofu, hongos, algas, papas, camarones y rábano daikon. Cada ingrediente se selecciona cuidadosamente para crear una mezcla atractiva de colores, texturas y sabores.
Para preparar la sopa de miso, generalmente se cocinan las verduras y las proteínas en el caldo dashi. Por separado, la pasta de miso se disuelve en una pequeña cantidad de dashi antes de incorporarse a la sopa. En Japón, la sopa de miso se disfruta comúnmente en el desayuno junto con arroz blanco. Para aquellos con prisa, la sopa de miso instantánea está disponible en prácticos paquetes de una sola porción.
Más allá de su delicioso sabor, la sopa de miso ofrece notables beneficios para la salud. El consumo regular de sopa de miso puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama en las mujeres. Además, es un plato bajo en calorías y alto en proteínas, lo que lo convierte en una adición nutritiva a cualquier dieta.