Hechos sobre: Copper skink
El eslizón de cobre, un pequeño reptil endémico de la Isla Norte de Nueva Zelanda, forma parte de la familia Scincidae. Estudios moleculares recientes han revelado que Nueva Zelanda alberga entre 50 y 60 especies de eslizones, todas pertenecientes a la familia Scincidae. En 2008, una revisión taxonómica asignó al eslizón de cobre el nombre científico Cyclodina aenea, diferenciándolo de especies similares previas basándose en divergencias genéticas y morfológicas.
Conocido por ser el eslizón autóctono más pequeño de Nueva Zelanda, el eslizón de cobre puede alcanzar hasta 120 mm de longitud. Presenta un cuerpo alargado y liso, patas cortas y una habilidad única para desprenderse de su cola con el fin de eludir a los depredadores. Estos eslizones siguen una dieta diversa de pequeños insectos e invertebrados y suelen dar a luz a 3-7 crías a finales del verano.
Ha habido cierto debate sobre la distribución del eslizón de cobre en Nueva Zelanda. Los estudios genéticos sugieren que han estado presentes durante un largo periodo, probablemente desde el Mioceno temprano. Se especula que podrían haber llegado flotando desde Nueva Caledonia en restos de vegetación, lo que propició el desarrollo de varias especies mediante radiación adaptativa.
Curiosamente, los eslizones de cobre se han adaptado bien a entornos urbanos. En 2012, el Departamento de Conservación los clasificó como No Amenazados. Sin embargo, aún enfrentan peligros de depredadores introducidos como gatos, roedores y erizos. También compiten por recursos con el eslizón arcoíris introducido, Lampropholis delicata, que ocupa hábitats similares. Aunque la investigación sobre el impacto del eslizón arcoíris es limitada, se considera una amenaza potencial debido a esta superposición. Se han realizado esfuerzos exitosos de reubicación, pero las acciones continuas de conservación son esenciales para asegurar la supervivencia del eslizón de cobre.