Hechos sobre: Zeeuwse bolus
Un bollo de Zeeland, también conocido como bolus de Zeeland, es un exquisito dulce con una rica historia. Originario de la provincia holandesa de Zeeland, este pastel fue creado por panaderos judíos sefardíes a principios del siglo XVII. La receta, con raíces en la región portuguesa de Alentejo, pronto se convirtió en un favorito local e incluso se extendió a Francia.
Un bollo de Zeeland se elabora con masa de pan blanco enrollada en azúcar morena oscura y moldeada en forma de espiral. Está aromatizado con ralladura de limón y canela, lo que le confiere un sabor único y delicioso. La forma puede variar según el panadero, pero todos comparten una dulzura común y, a menudo, se disfrutan con una taza de café. Algunas personas incluso untan mantequilla en la parte inferior plana para un extra de indulgencia.
Además del bollo clásico, existen otras variaciones en los Países Bajos. Los bollos de jengibre, rellenos de jengibre, y los bollos de naranja, rellenos con una mezcla de mermelada de naranja y harina de almendra, también son populares. Estos pasteles de color amarillo dorado son pegajosos debido al jarabe y generalmente se sirven en papel, comidos con una cuchara.
La tradición de hacer bollos se ha perfeccionado a lo largo de los siglos, con algunos panaderos utilizando hornos de vapor para mantener los pasteles tiernos. La habilidad y creatividad involucradas en la elaboración de bollos se celebran anualmente durante la "semana del bollo" en Zeeland, donde se llevan a cabo los Campeonatos de Horneado de Bollos de Zeeland. El ganador obtiene el Trofeo del Bollo y el prestigioso título de "Mejor Panadero de Bollos."
Los bollos se consideran un pastel judío y tienen una presencia global debido a la diáspora judía. Puedes encontrarlos en ciudades como Jerusalén, Moscú, París y en el sur de Francia. La palabra "bolus" en sí proviene del yidis, y el diccionario etimológico Van Dale holandés sugiere que es el plural de "bole" que a su vez proviene de las palabras españolas "bollo" o "bola."
Ya sea que disfrutes uno con una taza de café caliente o simplemente saborees su dulce sabor a canela, el bollo de Zeeland es un pastel con una historia tan rica como su sabor.