Hechos sobre: Chocolate blanco
El chocolate blanco es un dulce elaborado a partir de manteca de cacao, azúcar y sólidos lácteos. A diferencia del chocolate con leche y el chocolate negro, no contiene sólidos de cacao, lo que le proporciona su característico color marfil cremoso. Gracias a su alto punto de fusión, el chocolate blanco permanece sólido a temperatura ambiente, al igual que sus contrapartes más oscuras. Aunque contiene solo pequeñas cantidades de teobromina y cafeína, a menudo se le añaden sabores como la vainilla.
Tanto en la Unión Europea como en los Estados Unidos, existen regulaciones estrictas sobre lo que se puede denominar chocolate blanco. Debe contener ciertas cantidades de manteca de cacao, sólidos lácteos, grasa láctea y azúcar. Antes de 2004, las empresas estadounidenses necesitaban un permiso especial para comercializar chocolate blanco.
La historia del chocolate blanco comienza en la década de 1930, cuando Nestlé introdujo un producto llamado Galak en Europa. En América del Norte, la barra Alpine White de Nestlé, que contenía trozos de almendra, fue un éxito desde la década de 1940 hasta la de 1990. Luego, en la década de 1990, Hershey popularizó aún más el chocolate blanco con sus Kisses blancos y posteriormente introdujo el Hug, un delicioso remolino de chocolate blanco y negro.