Hechos sobre: Belgian wine
La producción de vino belga tiene una rica historia que se remonta a la Edad Media. Ya en el siglo VIII, los viñedos prosperaban en la región, en gran parte gracias a los esfuerzos de los monjes. Ciudades como Tournai, Lovaina, Bruselas y Brujas contaban con sus propios viñedos. Sin embargo, el siglo XV trajo consigo desafíos climáticos y un aumento en la producción de cerveza, lo que llevó a una disminución en el consumo de vino.
En los últimos años, el vino belga ha resurgido, especialmente en las regiones de Valonia y Flandes. En la actualidad, el país cuenta con cinco Denominaciones de Origen Controladas (AOC) oficialmente reconocidas y dos regiones de Vin de pays. Los vinos blancos, particularmente el Chardonnay, dominan la producción, representando aproximadamente el 90% del total. Los vinos de Chardonnay envejecidos en barrica han sido especialmente bien recibidos.
Varias variedades de uva están autorizadas para las AOC, incluyendo Auxerrois, Chardonnay y Pinot Noir, entre otras. Aunque Bélgica no organiza muchas competiciones de vino, el Concurso Internacional de Vinos de Monde Selection destaca como un evento prominente.