Hechos sobre: Cuberdon
Los cuberdons son unos encantadores caramelos belgas en forma de cono que han cautivado a los locales durante años. Conocidos como "neus" "Gentse neus" o "neuzeke" en neerlandés debido a su parecido con pequeñas narices, se les llama "chapeau-de-curé" y "chapeau-de-prêtre" en francés. Estas golosinas tienen una capa exterior dura de goma arábiga y un centro blando y pegajoso con sabor a frambuesa. Aunque el cuberdon tradicional es de color púrpura, ahora se pueden encontrar en una variedad de colores y sabores.
Cada cuberdon mide aproximadamente 2.5 cm de ancho y pesa entre 10 y 18 gramos, aunque también existen versiones más pequeñas. La combinación del exterior firme y el interior gelatinoso ofrece un contraste de texturas muy agradable.
Una de las razones por las que los cuberdons son tan especiales es su corta vida útil, de aproximadamente tres semanas antes de que comiencen a cristalizar. Esto significa que rara vez se exportan fuera de Bélgica, manteniéndolos como una delicia local.
Existen varias teorías sobre el origen de los cuberdons. Una historia atribuye su creación a un clérigo en Brujas, mientras que otra atribuye la invención al farmacéutico de Gante, De Vynck, en 1873, quien descubrió la receta por accidente mientras trabajaba en técnicas de conservación de medicamentos. El Vlaams Centrum voor Agro- en Visserijmarketing (VLAM) incluso reconoce a los cuberdons como un producto regional oficial.
En los últimos años, el querido cuberdon ha inspirado una gama de otros productos alimenticios, incluyendo jenever (un tipo de ginebra), helados, salsas y galletas. A pesar de estos giros modernos, el dulce sigue siendo una golosina muy apreciada, especialmente en Gante.