Hechos sobre: Leopardus pardalis
El ocelote, un pequeño felino salvaje, habita en el suroeste de los Estados Unidos, México y diversas áreas de Centro y Sudamérica. Es fácilmente identificable por su llamativo pelaje, adornado con manchas y rayas negras, y sus orejas redondeadas, junto con su cuello y partes inferiores blancas. Carl Linnaeus describió por primera vez al ocelote en 1758, identificando dos subespecies: L. p. pardalis y L. p. mitis.
Estos gatos son más activos durante el crepúsculo y las horas nocturnas. Son criaturas solitarias y sumamente territoriales. Los ocelotes son escaladores, saltadores y nadadores hábiles, y cazan principalmente pequeños mamíferos como armadillos, zarigüeyas y conejos. Alcanzan la madurez sexual alrededor de los dos años y pueden reproducirse durante todo el año. Tras un período de gestación de dos a tres meses, las hembras dan a luz a una a tres crías, que permanecen con su madre durante aproximadamente dos años antes de buscar sus propios territorios.
Los ocelotes prosperan en áreas con vegetación densa, abundante presa y acceso al agua. Sin embargo, enfrentan numerosas amenazas, incluyendo la destrucción de su hábitat, la caza y los accidentes de tráfico, lo que ha causado un declive en sus poblaciones en muchas regiones. Históricamente, los ocelotes han tenido vínculos significativos con civilizaciones humanas como los aztecas y los incas, e incluso han sido mantenidos como mascotas en algunas ocasiones.
El nombre "ocelote" proviene de la palabra náhuatl "ōcēlōtl" o de la palabra latina "ocellatus", ambas refiriéndose al pelaje manchado del felino. La taxonomía del ocelote ha sido extensamente estudiada, lo que ha llevado a la identificación de varias subespecies basadas en diferencias morfológicas y genéticas.
Las características, preferencias de hábitat, comportamiento, dieta y reproducción de este fascinante felino han sido meticulosamente documentadas. A pesar de estar listado como de "Preocupación Menor" en la Lista Roja de la UICN, las poblaciones de ocelotes están disminuyendo en algunas regiones debido a amenazas relacionadas con los humanos. Los esfuerzos de conservación, incluidos los programas de reproducción en cautiverio, son esenciales para asegurar su supervivencia.