Hechos sobre: Polenta
La polenta es un plato muy apreciado hecho a base de harina de maíz hervida. Aunque tradicionalmente se elabora con maíz, también solía prepararse con otros granos. Puedes disfrutarla como una papilla caliente y reconfortante o dejar que se enfríe y endurezca, formando una especie de pan que es perfecto para hornear, freír o asar a la parrilla. Generalmente, se utiliza maíz amarillo, pero también puedes encontrar polenta hecha de trigo sarraceno, maíz blanco o una mezcla de granos, cada uno aportando una textura única.
La polenta es un alimento básico en las cocinas del norte de Italia, Suiza, Eslovenia, los Balcanes e incluso en algunas regiones del centro de Italia. En Rumania y Moldavia, se le llama "mămăligă", y en Hungría, se conoce como "puliszka".
Los orígenes de la polenta se remontan a la época romana, cuando una papilla de granos llamada "puls" o "pulmentum" era una comida común. Antes de que el maíz llegara a Europa en el siglo XVI, la polenta se hacía con trigo, harina de castaña, mijo y garbanzos.
La palabra "polenta" proviene del latín "polenta", que significa granos descascarillados y triturados, especialmente harina de cebada. Este término se relaciona con la palabra latina "pollen", que significa "harina fina", y que comparte su raíz con "pulvis", que significa "polvo".
Tradicionalmente, cocinar polenta implica hervirla en agua durante unos 45 minutos, revolviendo constantemente para asegurar una gelatinización uniforme del almidón. Hoy en día, puedes encontrar polenta de cocción rápida para una comida más veloz, aunque los puristas a menudo consideran que carece de la profundidad de sabor. También existen técnicas modernas para acelerar el proceso, como el uso de microondas o una olla de cocción lenta.