Hechos sobre: Filmjölk
El filmjölk, comúnmente denominado simplemente "fil", es un querido producto lácteo fermentado de Suecia, muy popular en todos los países nórdicos. Se elabora mediante la fermentación de leche de vaca con bacterias específicas, como Lactococcus lactis y Leuconostoc mesenteroides. Este proceso descompone la lactosa en ácido láctico, lo que no solo facilita la digestión del filmjölk para aquellos con intolerancia a la lactosa, sino que también le confiere su característico sabor agrio y su textura espesa. Además, un compuesto llamado diacetilo, producido durante la fermentación, añade un delicioso sabor a mantequilla.
El filmjölk tiene un sabor suave y ligeramente ácido, y se puede conservar entre 10 y 14 días en el refrigerador. Es un alimento básico del desayuno en los países nórdicos, a menudo disfrutado con cereales, muesli o pan crujiente. En las tiendas, encontrarás varios tipos de filmjölk, incluyendo opciones con diferentes contenidos de grasa, sabores como fruta o miel, e incluso versiones probióticas que prometen beneficios adicionales para la salud.
En inglés, filmjölk se puede traducir como sour milk (leche agria), soured milk (leche avinagrada), fermented milk (leche fermentada) o curdled milk (leche cuajada). Si estás en Finlandia y hablas sueco, podrías escucharlo denominado "fil" o "filbunke". Varias cooperativas lecheras suecas producen filmjölk, ofreciendo variedades como långfil y kulturmelk. Si te sientes aventurero, incluso puedes hacer filmjölk en casa fermentando leche pasteurizada con un cultivo iniciador de bacterias activas. También existen versiones únicas, como el tätmjölk, que se elabora mediante la fermentación de la leche con plantas específicas como el rocío del sol (sundew) o la grasilla (butterwort).