Hechos sobre: Gastronomía de Dinamarca
La cocina danesa ha recorrido un largo camino desde sus humildes comienzos, cuando las comunidades rurales dependían de los productos locales. A finales del siglo XIX, la gastronomía danesa experimentó un impulso significativo gracias a la mejora de los métodos de cocción y la disponibilidad de ingredientes diversos, resultado de la Revolución Industrial. Una característica destacada de la comida danesa es el sándwich abierto, conocido como "smørrebrød". Las comidas calientes típicamente se centran en la carne o el pescado, con carnes molidas que se popularizaron durante la industrialización, dando lugar a platos queridos como "frikadeller" (albóndigas), "karbonader" (empanadas de cerdo empanizadas) y "medisterpølse" (salchicha de cerdo picante). Dinamarca también es famosa por sus cervezas, Carlsberg y Tuborg, y su licor fuerte, akvavit, aunque desde la década de 1960 el vino ha ganado popularidad.
Las influencias extranjeras han moldeado desde hace mucho tiempo la cocina danesa, con especias como la canela y la pimienta negra que se remontan a la Edad Media. Desde principios de los años 2000, ha surgido una nueva ola de gastronomía danesa que enfatiza productos locales de alta calidad. Este renacimiento culinario ha ganado elogios internacionales y estrellas Michelin para varios restaurantes daneses.
Tradicionalmente, la comida danesa está arraigada en platos campesinos que aprovechaban al máximo los ingredientes naturales y locales. La Revolución Industrial introdujo carne fresca y vegetales en la dieta, aunque los alimentos básicos como el pan de centeno y las papas permanecieron. El auge de las cooperativas lecheras hizo que los productos lácteos fueran más comunes. Nuevas herramientas de cocina, como las estufas de leña y los molinos de carne, llevaron a la creación de platos como "frikadeller" y "hakkebøf" (hamburguesas de carne molida). Postres como "rødgrød" (pudín de bayas rojas) y varios pasteles también se convirtieron en favoritos.
Un almuerzo típico danés a menudo presenta "smørrebrød" cubierto con fiambres, paté de hígado y pescado. La cena generalmente incluye una comida caliente con carne y papas, a menudo disfrutada como una reunión familiar. El desayuno suele ser algo sencillo, con pan de centeno o blanco, queso o mermelada, y a veces pasteles daneses para un toque festivo.
Las ocasiones especiales requieren el "Det Kolde Bord", un buffet frío similar al "smörgåsbord" sueco, que presenta mariscos como arenque en escabeche y varias carnes, servidas con pan y acompañamientos como ensalada de papas. Los platos principales tradicionales frecuentemente incluyen cerdo, sopas y pescado, mientras que los postres como "æblekage" (pastel de manzana) y "citronfromage" (mousse de limón) siguen siendo populares.
Comer fuera en Dinamarca puede ser costoso, pero el país cuenta con muchos restaurantes de alta cocina que se centran en ingredientes locales y saludables. Los cafés ofrecen opciones más asequibles con comidas ligeras y bebidas. La comida callejera, especialmente los puestos de perritos calientes, también es popular entre locales y turistas por igual.
La cocina danesa incluye una variedad de papas, vegetales y ensaladas, con salsas y condimentos que juegan un papel significativo. El queso es un alimento básico, que varía desde sabores suaves hasta fuertes. Las hierbas frescas y las especias se usan comúnmente, y frutas como las manzanas y las fresas se presentan en muchos platos.
El pan, especialmente el "rugbrød" (pan de centeno), es un pilar de la dieta, y los pasteles se disfrutan como golosinas ocasionales. Los dulces populares incluyen chocolate, regaliz y mazapán, con "bland selv slik" (mezcla tu propio caramelo) siendo un favorito en los supermercados.
Las bebidas tradicionales incluyen café, leche con chocolate y varios refrescos, con bebidas alcohólicas como la cerveza, akvavit y "gløgg" (ponche especiado) siendo ampliamente disfrutadas.
A pesar de su rica herencia culinaria, la comida danesa ha enfrentado críticas por su contenido nutricional, lo que ha llevado a campañas de salud que promueven mejores hábitos alimenticios. El historiador Søren Mørch la ha criticado notablemente como una "cocina basura" de alimentos blandos y dulces, en parte debido a políticas de exportación que dejaban a los locales con productos de menor calidad.
Un clásico culinario que ha resistido la prueba del tiempo es "Frøken Jensens Kogebog", un libro de cocina de Kristine Marie Jensen publicado por primera vez en 1901. Este libro sigue siendo una piedra angular de la cocina danesa, ofreciendo recetas auténticas para platos tradicionales y todavía se usa ampliamente hoy en día.