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Los huevos en escabeche son huevos duros conservados en vinagre o salmuera, un método que se remonta a tiempos en los que la conservación de alimentos era esencial. Hoy en día, son un aperitivo o bocadillo popular en pubs, bares y tabernas de todo el mundo.

El proceso comienza con la cocción de los huevos, seguidos de su pelado. Luego, se sumergen en una mezcla de vinagre, sal, especias y otros condimentos. Dependiendo de la receta, la solución de encurtido puede conferir a los huevos un sabor dulce, picante o algo intermedio. Cuanto más tiempo permanezcan los huevos en la solución, más intenso será el sabor; aunque hay que tener cuidado, ya que si se dejan demasiado tiempo, pueden volverse gomosos. Algunas personas perforan los huevos para favorecer la penetración de la solución de encurtido, pero esto puede introducir bacterias dañinas, por lo que no se recomienda.

Una variación interesante proviene de los holandeses de Pensilvania: los huevos en escabeche con remolacha. Estos huevos se encurten con remolachas, cebollas, vinagre, azúcar, sal, clavos y canela. ¿El resultado? Huevos con un hermoso tono rosa o púrpura y un delicioso sabor agridulce. Este plato es un alimento básico en la región holandesa de Pensilvania y ha ganado seguidores en áreas cercanas también. Los huevos en escabeche se pueden disfrutar solos, como parte de un plato principal o como guarnición.

En la cocina británica, una receta típica de huevos en escabeche incluye huevos, vinagre, sal y azúcar. El proceso es sencillo: hervir y pelar los huevos, luego hervirlos nuevamente con los otros ingredientes. Estos huevos en escabeche pueden durar de tres a cuatro meses. A menudo los encontrarás en pubs británicos y tiendas de fish and chips, donde son un manjar muy apreciado.