Hechos sobre: Wienerbrød
Un pastel danés, comúnmente llamado simplemente "danés", es un exquisito dulce conocido por su textura hojaldrada y en capas. Este pastel forma parte de la categoría de la viennoiserie, que también incluye los croissants. La historia del pastel danés comienza con panaderos austríacos que lo introdujeron en Dinamarca, donde evolucionó hasta convertirse en una especialidad local muy apreciada.
Entonces, ¿qué hace que un pastel danés sea tan especial? Todo comienza con una masa fermentada con levadura hecha de harina de trigo, leche, huevos, azúcar y una cantidad generosa de mantequilla o margarina. Esta masa se extiende finamente, se capa con mantequilla y se dobla varias veces para crear 27 capas. ¿El resultado? Un pastel crujiente y mantecoso que es simplemente irresistible.
Los pasteles daneses se han difundido por todo el mundo, gracias a los inmigrantes que llevaron consigo sus tradiciones de panadería. En los Estados Unidos, a menudo encontrarás daneses cubiertos con fruta o queso crema. Estas coberturas se añaden antes de hornear, dando a los pasteles un acabado deliciosamente dulce.
En Dinamarca, así como en Noruega y Suecia, estos pasteles se llaman "wienerbrød" que se traduce como "pan vienés." Los finlandeses los llaman "viineri." El nombre refleja los orígenes del pastel, que se remontan a una huelga de los trabajadores de panadería daneses en 1850. Para cubrir el vacío dejado por los trabajadores en huelga, los panaderos daneses trajeron panaderos austríacos, quienes introdujeron sus técnicas y recetas de laminación. Hoy en día, los pasteles daneses vienen en diversas formas y a menudo están rellenos de mermelada, mazapán o crema pastelera.
Diferentes países tienen sus propias versiones del pastel danés, con rellenos y coberturas únicos. En los EE.UU., por ejemplo, las frutas y el queso crema endulzado son opciones populares. Una figura clave en la popularización de los pasteles daneses en América fue Lauritz C. Klitteng, un inmigrante danés que promovió estos deliciosos dulces a principios del siglo XX.
Curiosamente, los pasteles daneses incluso jugaron un pequeño papel en la política internacional. Durante la controversia de las caricaturas de Muhammad en Jyllands-Posten en 2006, hubo un intento en Irán de renombrar los pasteles daneses como "Rosas del Profeta Muhammad" debido a su asociación con Dinamarca. Sin embargo, este cambio de nombre fue de corta duración y tuvo una aceptación mixta en las panaderías.