Hechos sobre: Cyprinodon diabolis
El pez cachorrito de Devils Hole es una especie en peligro crítico de extinción que habita exclusivamente en Devils Hole, una caverna inundada en Nevada, EE. UU. Descubierto en 1930, este diminuto pez pertenece a la familia de los ciprínodontidos. Los machos exhiben un llamativo color azul brillante, mientras que las hembras y los juveniles presentan un tono amarillo. Curiosamente, carecen de aletas pélvicas y se alimentan de cualquier recurso disponible en su entorno aislado. Sus principales depredadores son los escarabajos buceadores. Aunque se reproducen a lo largo del año, sus tasas de supervivencia son bastante bajas.
Devils Hole es un entorno especial con una temperatura constante y bajos niveles de oxígeno, lo que lo convierte en un lugar desafiante para la vida. Desafortunadamente, el cachorrito enfrenta numerosas amenazas, como la disminución del agua subterránea, inundaciones repentinas, terremotos e incluso actos de vandalismo. Los esfuerzos para crear poblaciones adicionales han tenido un éxito limitado. Las iniciativas de conservación incluyen la creación de refugios, el mantenimiento de la población silvestre y la construcción de una réplica de su hábitat en una instalación de conservación. Estos esfuerzos han sido costosos y, en ocasiones, controvertidos, ya que algunas personas cuestionan si vale la pena salvar la especie.
Los censos de población se realizan dos veces al año y los números han variado significativamente. El cachorrito de Devils Hole ha estado en la lista de especies en peligro de extinción de EE. UU. desde 1967 y fue catalogado como en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en 2014. Existe un debate continuo sobre la taxonomía y evolución del pez, con estimaciones de cuánto tiempo ha existido que varían entre 1,000 y 60,000 años.
Para conservar esta especie única, se utilizan métodos tanto in situ (en su hábitat natural) como ex situ (fuera de su hábitat natural). Esto incluye la eliminación de sedimentos, la provisión de alimento adicional y el establecimiento de áreas protegidas. Sin embargo, los esfuerzos de conservación han enfrentado problemas, como la hibridación y dificultades en el mantenimiento de las poblaciones refugiadas. Los altos costos de estos esfuerzos han llevado a debates éticos sobre la viabilidad de salvar la especie.
A pesar de los desafíos, estudios recientes de población ofrecen un rayo de esperanza. El número de cachorritos alcanzó un pico de alrededor de 550 individuos, y los conteos recientes han mostrado un aumento de solo 35 en 2013 a 136 en 2019. El hábitat único y el estado crítico del cachorrito de Devils Hole lo convierten en un foco clave tanto para conservacionistas como para científicos.