Hechos sobre: Ŷamid
El jameed es una comida tradicional muy querida en la cultura beduina-jordana, elaborada a partir de yogur denso y seco (laban), producido con leche de oveja o cabra. El proceso comienza colando la leche a través de una tela fina para obtener un yogur espeso. Este yogur se sala a diario para espesarlo aún más. Una vez alcanzada la consistencia adecuada, se moldea en bolas redondas y se deja secar durante varios días. El color final del jameed depende del método de secado: secarlo al sol lo vuelve amarillo, mientras que secarlo a la sombra lo mantiene blanco. Un secado adecuado es esencial para evitar su deterioro.
El jameed es un ingrediente principal en el mansaf, el plato nacional de Jordania. Históricamente, los beduinos eran los principales proveedores de jameed y otros productos lácteos en los mercados jordanos. La ciudad de Karak en Jordania es especialmente famosa por su jameed de alta calidad. Además del mansaf, el jameed se utiliza en una variedad de platos como fatta, mahashi, kousa mahshi, kubbeh blabaniyyeh, mjalaleh, rashouf, madgoga y er-rgage.
Tradicionalmente, la producción de jameed se realizaba a finales de la primavera y principios del verano, cuando la leche de oveja era abundante. El proceso incluía separar la mantequilla del yogur, hervir el suero de leche sobrante hasta obtener una textura similar a la labaneh, luego salar, moldear y secar al sol las bolas de jameed. Este método permitía conservar el jameed durante largos períodos sin necesidad de refrigeración, gracias a su bajo contenido de humedad. Hoy en día, la gente disfruta del jameed principalmente por su sabor único, en lugar de sus propiedades de conservación.