Hechos sobre: Gastronomía de Marruecos
La cocina marroquí es una exquisita amalgama de sabores y tradiciones, que fusiona influencias bereberes, árabes, andalusíes y mediterráneas, aderezadas con toques europeos y subsaharianos. A lo largo de los siglos, las interacciones de Marruecos con diversas culturas han enriquecido su patrimonio culinario.
Los ingredientes fundamentales en los platos marroquíes incluyen una variedad de frutas y verduras mediterráneas, junto con carnes como ternera, cabra, cordero y pollo. El marisco también desempeña un papel crucial. La magia de la comida marroquí reside en sus especias—canela, comino, cúrcuma y jengibre—acompañadas de hierbas frescas como menta, perejil y cilantro.
Una comida típica marroquí comienza con una variedad de ensaladas tanto calientes como frías, preparando el terreno para platos principales como tajines y cuscús. Debido a creencias religiosas, el cerdo y el alcohol raramente se encuentran en las comidas marroquíes. El cuscús, los tajines y los platos de mariscos son los favoritos del público, mientras que el pan es un acompañante constante, disponible en diversas formas en las panaderías locales. Durante el frío, sopas como Harira y Bissara son opciones reconfortantes preferidas, y las ensaladas a menudo presentan una deliciosa mezcla de verduras crudas y cocidas.
Para el postre, los marroquíes disfrutan de frutas de temporada y pasteles como kaab el ghzal y Halwa chebakia. El marisco es particularmente importante, siendo las sardinas una exportación principal. En cuanto a las bebidas, destaca el té verde con menta. Se prepara con gran cuidado y se sirve con conos de azúcar, convirtiéndose en una parte apreciada de la hospitalidad marroquí.