Hechos sobre: Moroccan wine
Marruecos posee una joya oculta en su industria vinícola gracias a su geografía singular, caracterizada por altas montañas y las brisas refrescantes del Atlántico. Estos factores proporcionan al país una ventaja en la producción de vinos de alta calidad. La historia de la elaboración de vino en Marruecos se remonta a los asentamientos fenicios, con avances significativos durante la era romana. Más tarde, en el siglo XX, los colonos franceses expandieron la viticultura a gran escala. Sin embargo, tras la independencia de Marruecos en 1956, la industria vinícola sufrió un declive tanto en producción como en calidad.
El panorama comenzó a cambiar en la década de 1990, bajo el reinado del rey Hassan II. Las inversiones y la experiencia extranjeras, principalmente de empresas francesas, jugaron un papel crucial en la revitalización de los viñedos marroquíes. Las colaboraciones con firmas vinícolas de Burdeos llevaron a la expansión de las áreas de viñedos y a un aumento en la calidad del vino. Hoy en día, Marruecos se destaca como el segundo mayor productor de vino en el mundo árabe, con la mayor parte del vino consumido localmente y una porción exportada, particularmente a Francia.
Los vinos tintos predominan en la producción vinícola marroquí, con variedades de uva tradicionales como Carignan, Cinsaut, Alicante y Garnacha. En los últimos años, los viñedos también han comenzado a cultivar variedades internacionales como Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah. En lo que respecta a los vinos blancos, Marruecos experimenta con uvas como Clairette blanche, Moscatel, Chardonnay, Chenin blanc y Sauvignon blanc.
Las regiones vinícolas de Marruecos se dividen en cinco áreas principales, con 14 designaciones de Appellation d'Origine Garantie (AOG). La creación de Côteaux de l'Atlas 1er Cru marcó su primera Appellation d'Origine Contrôlée (AOC). Las principales regiones vinícolas incluyen Beni Sadden, Berkane y Angad en el este, y en la región de Meknès/Fès, se encuentran Guerrouane, Beni M'tir, Saiss, Zerhoune y Coteaux de l’Atlas 1er Cru. La Llanura del Norte, la Región de Rabat/Casablanca y la Región de El Jadida también cuentan con sus propias denominaciones distintivas.