Hechos sobre: Baked milk
La leche horneada es un manjar muy apreciado en Rusia, Ucrania y Bielorrusia, distinguido por su rico sabor a caramelo y su textura cremosa. Esta singular variación de la leche hervida se elabora cocinando la leche a fuego lento durante aproximadamente ocho horas. Tradicionalmente, en las zonas rurales se preparaba colocando la leche hervida en un horno hasta que se formaba una costra marrón en la superficie. El proceso de cocción lento y prolongado provoca la reacción de los aminoácidos y azúcares presentes en la leche, creando compuestos de melanoidina que otorgan a la leche horneada su color y sabor característicos. El calor también evapora parte de la humedad, alterando la consistencia de la leche.
En el pasado, las casas tradicionales rusas de troncos contaban con estufas que permitían diferentes temperaturas de cocción, dependiendo de la ubicación de los alimentos en su interior.
En la actualidad, la leche horneada se produce a escala industrial, garantizando que esté libre de bacterias y enzimas, lo que permite su almacenamiento a temperatura ambiente durante hasta cuarenta horas. Sin embargo, muchas personas todavía disfrutan preparando leche horneada casera para utilizarla en la elaboración de pasteles, tartas y galletas.
Los productos fermentados de leche horneada, como la Ryazhenka y el varenets, también son muy populares. Estas bebidas similares al yogur son tradicionales en los desayunos de Ucrania, Bielorrusia y Rusia. Históricamente, el varenets se elaboraba horneando leche agria hasta que adquiría un color marrón dorado en los hornos eslavos orientales. Durante la era soviética, el término "ryazhenka" se refería a una bebida cremosa producida a nivel estatal, que no contenía la nata que se forma en la leche horneada tradicional.