Hechos sobre: Kéfir
El kéfir es una bebida fermentada a base de leche que es deliciosa y nutritiva, similar al yogur líquido. Originario del Cáucaso Norte y Europa del Este, se cree que su nombre tiene raíces en las lenguas georgiana o caucásicas, con posibles conexiones a términos turcos o kurdos.
Tradicionalmente, la elaboración del kéfir implica añadir granos de kéfir a la leche y dejar que fermenten a temperatura ambiente. Estos granos son una combinación de bacterias ácido-lácticas y levaduras que trabajan conjuntamente para descomponer la lactosa. El resultado es una bebida ácida, ligeramente efervescente y con un bajo contenido alcohólico.
Desde el punto de vista nutricional, el kéfir es rico en minerales, vitaminas, aminoácidos esenciales y bacterias probióticas beneficiosas como Lactobacillus y Bifidobacterium. Debido a que las levaduras presentes en el kéfir reducen paulatinamente el contenido de lactosa, a menudo es más fácilmente tolerado por personas con intolerancia a la lactosa.
Para preparar kéfir, simplemente debes añadir los granos de kéfir a la leche, dejar que la mezcla fermente, colar los granos y luego almacenar el líquido fermentado. Puedes utilizar diferentes tipos de leche o incluso sustitutos de leche, y los granos de kéfir se adaptarán. El kéfir no solo es apto para beber; también puede utilizarse en la cocina y la repostería, o como sustituto de la leche en diversas recetas.