Hechos sobre: Centropomus
Centropomus es un género fascinante de peces, comúnmente conocidos como róbalos, pertenecientes a la familia Centropomidae. El miembro más conocido es el róbalo común (Centropomus undecimalis). Estos peces prosperan en aguas tropicales y subtropicales, y se encuentran tanto en el Atlántico occidental como en el Pacífico oriental. No solo son populares entre los pescadores deportivos, sino que también son apreciados por su valor culinario. Los róbalos varían en tamaño, típicamente midiendo entre 35 y 120 cm de longitud.
Hasta 2004, la subfamilia Latinae se consideraba parte de Centropomidae. Sin embargo, tras un análisis filogenético detallado, Latinae fue elevada al estatus de familia y renombrada como Latidae. Este cambio dejó a Centropomus como el único género dentro de la familia Centropomidae.
Los róbalos son carnívoros y tienen una dieta diversa que consiste principalmente en crustáceos y otros peces. Habitan en una variedad de entornos, incluyendo arrecifes de coral, estuarios y manglares, mostrando una notable adaptabilidad. Curiosamente, el nombre Centropomus se deriva del griego, que significa "centro" y "cobertura" u "opérculo".
Hay seis especies de Centropomus en el Atlántico y otras seis en el Pacífico, cada región albergando sus especies únicas. Estos peces son versátiles, capaces de vivir tanto en ambientes de agua dulce como salada. Por ejemplo, algunas especies se encuentran en el Lago Gatún, que conecta los océanos Atlántico y Pacífico.
Identificar diferentes especies dentro del género Centropomus puede ser bastante complejo. Por ejemplo, el róbalo común y el róbalo mexicano se ven casi idénticos, pero se pueden distinguir por el número de branquiespinas. De manera similar, el róbalo blanco se diferencia del róbalo común principalmente en su número de branquiespinas, mientras que el róbalo negro se destaca por su forma corporal distinta y la longitud de sus espinas dorsales.
El género incluye una variedad de especies como el róbalo armado, el róbalo espadín, el róbalo aleta negra, el róbalo gordo y el róbalo sábalo, cada una con rasgos únicos. Estas diversas especies no solo son cruciales para la pesca recreativa y comercial, sino que también juegan papeles significativos en sus respectivos ecosistemas marinos.