Hechos sobre: Té coreano
El té coreano es una bebida tradicional muy apreciada en Corea del Sur, elaborada mediante la infusión de agua hirviendo con una variedad de ingredientes como hojas, raíces, flores, frutas, granos, hongos y algas marinas. Su historia se remonta a tiempos antiguos, con la reina Heo Hwang-ok acreditada por introducir plantas de té desde la India. La cultura del té en Corea se desarrolló aún más bajo la influencia de las prácticas chinas de té traídas por monjes budistas, lo que llevó al cultivo organizado de arbustos de té. A lo largo de diferentes dinastías, como Goryeo y Joseon, el té desempeñó un papel crucial en ceremonias, rituales y la vida cotidiana, siendo a menudo utilizado en ofrendas a los ancestros y otros ritos.
Hoy en día, aunque el café se ha vuelto más popular en Corea del Sur, todavía se disfruta de una amplia gama de tés, incluidos tés de granos, tés de hierbas y tés de frutas, servidos tanto calientes como fríos. Las variedades de té coreano son diversas y van desde aquellos hechos de la planta Camellia sinensis hasta tés de flores, frutas, granos, frijoles y semillas, raíces, brotes y cortezas, así como varias combinaciones y otras mezclas únicas. Algunos tipos notables de té coreano incluyen Nokcha (té verde), Hwangcha (té amarillo), Hongcha (té rojo), Tteokcha (té de pastel) y Doncha (té de moneda).
La cultura del té coreano cuenta con una rica historia y un amplio espectro de sabores, ofreciendo algo para cada paladar. Esta diversidad no solo resalta las tradiciones culinarias únicas de Corea del Sur sino también su patrimonio cultural.