Hechos sobre: Cobbler
El "cobbler" es un plato exquisito que presenta un relleno de frutas o ingredientes salados. Este se vierte en una fuente grande para hornear y se cubre con una capa de masa, bizcocho o bolas de masa antes de ser horneado a la perfección. Este reconfortante plato es apreciado tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos, con cada región añadiendo su propio toque distintivo. Es importante no confundir el "cobbler" con el "crumble", ya que difieren en su preparación e ingredientes.
La historia del "cobbler" se remonta a las colonias británicas en América. Los colonos ingleses, buscando adaptar sus tradicionales pudines de sebo, comenzaron a cubrir rellenos guisados con bizcochos simples sin cocinar o bolas de masa. El término "cobbler" tiene orígenes algo inciertos, posiblemente derivado de la antigua palabra "cobeler", que significa "cuenco de madera".
En América del Norte, los "cobblers" vienen en varias formas y son conocidos por diferentes nombres, como "grunts", "pandowdy", "slumps" y "sonker". En los Estados Unidos, encontrarás variedades como "apple pan dowdy", "Betty", "buckle", "dump cake", "grump", "slump" y "sonker". Típicamente, los "cobblers" se preparan con frutas individuales como mora, arándano o durazno, y se acompañan idealmente con una bola de helado de vainilla.
Al otro lado del Atlántico, en el Reino Unido y la Commonwealth británica, el "cobbler" cubierto con scones es más común. Estos pueden ser dulces, con rellenos como manzana, mora y durazno, o salados, con rellenos de cazuela como carne de res, cordero o carnero. Para las versiones saladas, las coberturas pueden incluir scones de queso o hierbas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los "cobblers" y "crumbles" ganaron popularidad gracias al Ministerio de Alimentos. Fueron promovidos como platos sustanciosos que requerían menos mantequilla que las tartas tradicionales, haciéndolos tanto prácticos como económicos durante una época de racionamiento.