Hechos sobre: Vino de Georgia
Georgia es reconocida como una de las regiones vinícolas más antiguas del mundo, con una rica historia que se remonta al menos 8000 años. Situada en los fértiles valles y laderas protegidas de Transcaucasia, esta área ha sido una cuna del cultivo de la vid y la producción de vino desde el Neolítico. Las tradiciones vinícolas en Georgia están profundamente entrelazadas en el tejido nacional debido a su importancia económica y cultural de larga data. En reconocimiento a esto, la UNESCO designó en 2013 el método tradicional georgiano de elaboración de vino utilizando jarras de arcilla Kvevri como Patrimonio Cultural Inmaterial.
Las raíces de la viticultura georgiana son profundas, con evidencia de elaboración de vino que data alrededor del 6000 a.C. Recipientes únicos como los Kvevris y una variedad de otros artículos de cerámica han jugado un papel crucial en estas prácticas ancestrales. A lo largo de los siglos, el vino ha ocupado un lugar destacado en la sociedad georgiana, como se puede destacar en numerosos artefactos y obras de arte. La adopción del cristianismo en Georgia consolidó aún más la importancia cultural del vino.
Durante la era soviética, los vinos georgianos gozaron de una gran popularidad, particularmente en el mercado soviético. Sin embargo, las tensiones políticas con Rusia llevaron a un contratiempo significativo cuando se impuso un embargo ruso en 2006. A pesar de esto, Georgia ha seguido esforzándose por expandir sus mercados de exportación, especialmente a través de acuerdos con la Unión Europea, para reducir los riesgos de futuros embargos.
Hoy en día, la viticultura georgiana prospera gracias a las contribuciones de miles de pequeños agricultores, monasterios y bodegas modernas. El país es el segundo mayor productor de uvas en la antigua Unión Soviética, manteniendo una fuerte tradición de elaboración de vino. Los vinos georgianos se clasifican típicamente según sus niveles de dulzura y a menudo son mezclas de diferentes variedades de uvas. Estos vinos se exportan a varios países, siendo Ucrania un mercado notable.
Georgia cuenta con una diversa gama de variedades de uvas, tanto tintas como blancas, aunque solo unas pocas son cultivadas con fines comerciales. Estas variedades únicas contribuyen a los sabores y estilos distintivos de los vinos georgianos. Las regiones productoras de vino del país, incluidas Kakheti, Kartli, Imereti, Racha-Lechkhumi y Kvemo Svaneti, Adjara y Abjasia, ofrecen cada una sus propias características y especialidades únicas.